15 Dic LOS 5 MONUMENTOS INDESPENSABLES DE MADRID
Visitar Madrid puede ser abrumador si no se sabe bien que visitar, ya que es mucho más grande de lo que puede parecer. Da igual cuanto tiempo estés en la capital, necesitas visitar estos cinco sitios. Aquí encontrarás una breve reseña y información básica sobre los 5 monumentos indispensables de Madrid.
Contenido
PUERTA DE ALCALÁ
La Puerta de Alcalá es una puerta, a modo de arco del triunfo realizada en estilo neoclásico y de aspecto monumental . Se construyó en 1778 por encargo del Rey Carlos III, sustituyendo a una anterior del siglo XVI de peor factura y obsoleta. El diseño y obra pertenece al arquitecto italiano Francisco Sabatini, arquitecto de confianza de Carlos III. En su origen era parte de la tapia que limitaba la ciudad de Madrid, tapia la cual fue derribada en el siglo XIX. La puerta daba acceso a aquellos viajeros que entraban desde la carretera de Francia por Aragón (equivalente a la actual A-2). Recibe el nombre de Puerta de Alcalá por la localidad madrileña de Alcalá de Henares, por donde pasaba el trazado de la carretera de Francia y que se iniciaba en la cercana Puerta del Sol de Madrid, dando nombre también a la calle Alcalá.
Volviendo a la citada puerta hay dos datos históricos curiosos con respecto a ella. El primero que se trata del primer arco del triunfo edificado desde tiempos del Imperio Romano. De hecho de haberse ejecutado según los proyectos descartados de otros arquitectos, como Ventura Rodríguez, la Puerta de Alcalá hubiera tenido una apariencia más propia de su cometido como arco del triunfo. El otro dato histórico curioso es que sus dos caras son distintas. Esto se debe a que Carlos III era algo despistado por lo que cuando Sabatini le presentó su proyecto definitivo le enseñó dos variantes. El Rey señaló a los dos por lo que Sabatini, seguramente para no contradecir a Su Majestad, decidió incluir ambos.
Actualmente se encuentra situada en el centro de la rotonda de la Plaza de la Independencia. En el cruce de las calles de Alcalá, Serrano, Alfonso XII y Salustiano Olózaga. En esta misma plaza encontramos una de las puertas principales del Retiro: La Puerta de la Independencia. La Puerta de Alcalá se encuentra en el centro de una rotonda y es completamente gratuita su vista. Se accede desde el paso de cebra más cercano a ella. Al situarse en mitad de una rotonda no está pensada para su visita hasta su base, por lo que es recomendable no acercarse demasiado para evitar problemas.
PUERTA DEL SOL
Bajo este nombre se conoce a la que seguramente sea la plaza más conocida de Madrid y puede que de España, debido al tradicional tocar de campanas de la torre del reloj de la Sede de la Comunidad de Madrid en ella situada. La Puerta del Sol fue en sus orígenes uno de los accesos de la cerca que rodeaba Madrid en el siglo XV. Existiendo en este lugar una puerta de acceso a la ciudad, en la cual había pintado un Sol, cuya razón de ser se desconoce. Derruida la puerta la zona comienza a formarse como plaza. En 1760 Carlos III encarga a los arquitectos Jaime Marquet y Ventura Rodríguez la construcción de la Real Casa de Correos, edificio el cual desde entonces preside la plaza y que desde 1866 posee su característica torre del reloj. Esta torre no existía en el edificio original dieciochesco, pues fue añadida en el siglo XIX para dar cabida al reloj que aquí se instaló y que fue realizado en Londres por el relojero español Losada, afincado en la capital británica. Desde el siglo XIX este edificio a tenido varios usos, principalmente ministerios. Actualmente es la Sede de la Comunidad Autónoma de Madrid.
El resto de los edificios de la plaza fueron realizados entre 1857 y 1862 por Lucio del Valle, Juan Rivera y José Morer como parte de la reforma de la plaza que pretendía y consiguió darle un aspecto unitario además de ampliarla. Estos edificios antaño estuvieron coronados por carteles de neón de famosas marcas de bebidas y bombillas, dándole un aspecto cosmopolita a la plaza. Actualmente solo sobrevive el cartel del vino de Jerez Tío Pepe.
La Puerta del Sol es considerada el centro de Madrid y de España, aunque a nivel geográfico este se encuentra en el Cerro de los Ángeles, a las afueras de la capital. Sin embargo, su consideración como centro de España es canónico pues desde los años 50 del pasado siglo una placa a los pies del edificio de la Sede de la Comunidad de Madrid informa que estamos en el kilometro 0 de las carreteras radiales españolas (antecesoras de nuestras actuales autopistas) También esta centralidad queda representada en que el reloj ya mencionado marca con puntualidad exquisita la hora oficial de España, razón por la cual es desde el siglo XIX el encargado de dar la bienvenida al Nuevo Año cada 31 de diciembre.
La Puerta del Sol es una plaza pública por lo que es de libre acceso. Ocasionalmente se puede visitar la Sede de la Comunidad de Madrid, sin duda un excelente edificio neoclásico, aunque la entrada está sujeta a actos públicos y eventos, como el Belén por Navidad, con lo cual no es de libre acceso a diario.
PALACIO REAL DE MADRID
También conocido como Palacio de Oriente, por dar una de sus fachadas a la Plaza de Oriente, llamada así por estar a oriente de este gran palacio. Es una de las más grandes construcciones del Madrid del siglo XVIII y uno de los monumentos mas visitados de España. Es la residencia oficial del rey de España, no obstante, los actuales reyes no habitan en él, sino en el Palacio de la Zarzuela. Actualmente este regio palacio es utilizado para ceremonias de Estado, actos solemnes y museo. Con fuertes influencias italianas y francesas se enmarca en los estilos barroco y neoclásico, con añadidos posteriores victorianos. Se sitúa en el mismo lugar donde estuvo con anterioridad el Real Alcázar y mismo lugar donde a su vez se fundó la ciudad de Madrid en el siglo IX por las tropas musulmanas del el emir de Córdoba Muhámmad I (852-886) como fortaleza para la defensa del valle del Guadarrama y el camino a Toledo. Con una extensión de 199 000 m² y 3418 habitaciones, (casi el doble que el Palacio de Buckingham o el Palacio de Versalles), es el palacio real más grande de Europa Occidental. Hay que matizar que este dato es un truco que tiene este palacio bajo la manga, pues no solo alberga la Casa de Su Majestad El Rey, sino que también alberga gran cantidad de zonas de servicio que antaño fueron los ministerios del gobierno español, las viviendas de los sirvientes, viviendas de nobles cercanos al rey (que participaban en la corte) y apartamentos para invitados. Actualmente estas salas son las oficinas de Patrimonio Nacional (órgano dependiente de Presidencia de Gobierno encargada de gestionar los Palacios Reales), tallares de restauración de Patrimonio Nacional, salas de exposiciones temporales… Esto le da un total de siete plantas, cuando lo normal en los palacios reales europeos es de 2-3.
Fue encargado por Felipe V de Borbón en 1734 para sustituir al Real Alcázar destruido en un incendio a finales de ese mismo año. Las obras fueron encargadas al arquitecto italiano Filippo Juvarra, habitual de la casa real de Saboya, aunque en 1736 este muere y es sustituido por Juan Bautista Sachetti quien lo levantará simplificando el diseño de su antecesor. Para 1756 con la proclamación de Carlos III como Rey de España estaba prácticamente terminado. Sin embargo, este rey ilustrado decidió encargar el fin de las obras a Francisco de Sabatini.
Su interior fue decorado en estilo neoclásico con reminiscencias del rococó. Posteriormente durante el siglo XIX algunas salas fueron reformadas o creadas en estilo victoriano. Esto hace que en la actualidad su interior sea una mezcla de estilos bastante sorprendente a la par que elegante.
Su visita no es gratuita. Se puede adquirir la entrada en sus taquillas o bien a través de la página web de Patrimonio Nacional. Sus horarios de visita son de lunes a sábado de 10:00 – 18:00 y domingos de 10:00 – 16:00. A lo largo del año hay distintas fechas en las que es utilizado para actos de Estado, por lo que es cerrado al público. Conviene asegurarse de esto a través de su página web o en las noticias de la prensa.
MUSEO DEL PRADO
Sus orígenes están en el reinado de Carlos III a mediados del siglo XVIII, cuando el pintor de cámara de dicho rey, Antón Rafel Mengs, le sugiere un museo dedicado a la pintura. Sin embargo, Carlos III, claramente un rey ilustrado decide hacer un museo dedicado a las ciencias. En el año 1785 el arquitecto Juan de Villanueva presenta a Carlos III el proyecto de construcción de este edificio, el cual albergaría el llamado Real Gabinete de Historia Natural, donde se combinarían usos de museo (Gran Galería), salas de estudio (Salas entorno a la Gran Galería) y un auditórium (Actual sala oval, donde están las meninas) para las reuniones de eruditos. Sin embargo la Guerra de Independencia (1808-1814) interrumpe las obras. Las obras se retoman tras la guerra pero con la muerte de Villanueva en 1811 su discípulo Antonio López Aguado hereda el proyecto. Este queda terminado en 1819, siendo inaugurado por el rey Fernando VIII pero cambiándole de uso a museo de pinturas. De hecho su primer nombre, tal y como se inauguró el 19 de noviembre de 1819 era Museo Real de Pintura y Escultura. Se sabe que este cambio de uso fue sugerido por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, también en Madrid, y por la reina y esposa del rey, María Isabel de Braganza.
A la muerte de Fernando VIII el museo, al ser parte del patrimonio de la Corona, cayó en manos de sus dos hijas, Luisa Fernanda e Isabel. Cuando Isabel alcanzó la mayoría de edad y fue proclamada Isabel II de Borbón compró a su hermana su parte, para evitar que su colección se disgregara. Posteriormente el museo se nacionalizó con la Revolución de la Gloriosa de 1868 y fue entonces cuando se le cambió el nombre a Museo Nacional del Prado, en alusión al Paseo del Prado, donde se encuentra. El cual a su vez lleva su nombre por el aspecto que tenía en el siglo XV, cuando era un paseo arbolado entorno a un prado por el cual discurría el arroyo del Prado (actualmente parte del alcantarillado de Madrid).
Su colección actualmente abarca desde arte antiguo hasta 1881, año del nacimiento de Pablo Picasso. Entre las obras que podemos encontrar en ellas están Las Meninas de Velázquez o Los fusilamientos del 2 de Mayo de Goya. Menos conocida es su colección de escultura clásica y neoclásica, la cual merece ser conocida. La vista requiere de la compra de un billete y su horario es 10:00–20:00. Siendo la última hora gratis, aunque es recomendable pagar la entrada y disponer de más de una hora para visitarlo pues en una hora no da para verlo en condiciones.
MUSEO NACIONAL CENTRO DE ARTE REINA SOFÍA
El MNCARS ocupa el edificio del antiguo Hospital General. Este edificio tiene sus orígenes en 1566 cuando Felipe II decide unificar todos los hospitales existentes en uno solo para aprovechar mejor los recursos de los que se disponían. Con esta idea se creaba un hospital moderno y racional. Además de una unificación se simplificarían gastos y se demostraba el interés del Estado por la salud. Este hospital es construido en 1581 en unos terrenos situados al final del entonces Paseo de Atocha, a las afueras de Madrid. Sin embargo, el edificio actual data de 1756 cuando Felipe V escoge el proyecto de un nuevo hospital presentado por José de Hermosilla. En 1769 Hermosilla es sustituido por Francesco Sabatini, arquitecto de confianza del entonces Rey Carlos III. El Hospital General será al fin inaugurado en 1788 con la muerte de Carlos III. A modo de curiosidad cabe mencionar que tan solo se construyó un tercio del proyecto original, pues el gran coste que suponía terminarlo hizo que se diera por concluido a la muerte del monarca hijo de su creador.
El edificio albergo durante 117 años primero el Hospital General de Madrid y durante buena parte del siglo XX el Hospital Provincial de Madrid. En 1965 el Hospital Provincial se traslada al actual Hospital Gregorio Marañón. quedando el edificio de Atocha completamente abandonado. Durante varios años distintos organismos públicos emitieron informes a favor y en contra de su demolición. Sin embargo, a finales de los años 70 es adquirido por el Ministerio de Cultura iniciándose su trasformación en Centro de Arte Reina Sofía. Esta no fue sino la primera fase de su trasformación en museo, pues pretendía ser un centro multidisciplinar donde instalar diferentes instituciones culturales del Estado que carecían de sede fija, siendo el Museo de Arte Moderno una de ellas. La transformación de hospital a centro de arte corrió a cargo primero de el arquitecto Carlos Fernández Cuenca en 1979, quien trató de recuperar el aspecto original del edificio eliminando las instalaciones hospitalarias, y posteriormente Antonio Fernández Alba en 1980, quien lo adaptó a espacio cultural. En 1987 el entonces Centro de Arte Reina Sofía sufre una segunda reforma por el arquitecto José Luis Iñiguez de Onzoño, quien mejoró las instalaciones y le dotó de sus famosos ascensores de cristal exteriores. Para poder realizarlos Onzoño tuvo que viajar a Reino Unido a pedir consejo a Ian Richie, un arquitecto del estilo High-Tech experto en torres de cristal. En paralelo a todos estos cambios las colecciones de arte moderno no hicieron sino crecer más y más, por lo que en 1990 se decidió que solo albergara el Museo de Arte Moderno, el cual pasó a denominarse Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
En la actualidad el Reina Sofía es uno de los museos de arte contemporáneo más importantes del mundo, no solo por su colección sino también por mantenerse al tanto de las últimas novedades artísticas, las cuales fomenta, ayuda a su puesta en valor y las da a conocer al público general. En su visita no puede faltar contemplar El Guernica de Pablo Picasso, cuadro sobre los horrores de la Guerra Civil Española. Tampoco debemos olvidarnos de El gran masturbador de Salvador Dalí, entre otras muchas obras más de incalculable valor.
La visita requiere de la compra de un billete y sus horarios son: lunes, miércoles, jueves, viernes y sábado de 10:00 a 21:00 h, siendo gratuito de 19:00 a 21:00. Mientras que los domingos solo abre de 12:30-14:30 pero de forma gratuita. Aún así es aconsejable ir en horario no gratuito pues al poseer de más tiempo se puede hacer una vista más relajada y contemplativa, en lugar de una rápida en la cual no salgamos con una idea general del arte moderno.
No Comments