Robos de arte en las películas de James Bond. Realidad vs Ficción

A lo largo de sus 61 años de historia la saga de películas del famoso agente secreto británico 007 James Bond nos ha mostrado infinidad de lugares exóticos, mujeres hermosas e increíbles aventuras. Pero también nos ha contado, al menos en la ficción, el paradero de obras de arte robadas.

Retrato del Duque de Wellington.

Óleo sobre lienzo, 1812, 64 x 52 cm, Francisco de Goya, National Gallery, Londres. UK.

Conservado en la National Gallery de Londres, El Duque de Wellington  (The Duke of Wellington)  es un retrato encargado por el duque del mismo nombre  a Francisco de Goya.  Esta curiosa relación comercial entre el pintor español y el militar, héroe nacional y político inglés, se produjo durante la Guerra de Independencia (1808-1814) en la que España luchó contra la invasión napoleónica, teniendo a Reino Unido como principal aliado, donde  Wellington participó. Es bien sabido que los ingleses aprovecharon la situación para llevarse gran parte de nuestro basto  patrimonio cultural, por lo que no es descabellado pensar que  Arthur Wellesley, Duque de Wellington  (1769- 1852), conociera tanto el arte de siglos pasados como de su época en España, interesándose por llevarse este curioso suvenir del que entonces era el pintor de cámara del rey Carlos IV.

Tras el fin de la guerra Wellington se lo llevó a Reino Unido, dónde lo poseyó hasta su muerte en 1857, sirviendo de inspiración para otros retratos suyos. Pasó luego a manos de  Louisa Catherine Caton, esposa del VII duque de Leeds, quien lo tuvo en su colección  hasta 1878. En 1961  la casa de subastas Sotheby’s lo vende por 140.000 libras al magnate americano del petróleo Charles Wrightsman. El gobierno británico al descubrir que el retrato de uno de sus héroes nacionales iba a salir de su territorito decidió comprarlo al magnate. Lo consiguió por la misma cantidad en junio de ese mismo año. El 3 de agosto de 1961 es expuesto por primera vez en las salas de la National Gallery siendo considerado un acontecimiento social de primer orden. Dieciocho días después, el 21 de agosto el cuadro es robado misteriosamente del museo. Las primeras teorías de Scotland Yard fueron una banda de ladrones franceses, teoría que carecía de fundamento. La prensa británica se hizo eco del asunto considerándolo como un robo solo posible de realizar por la mente más brillante del mundo de los ladrones.

En paralelo al robo del cuadro, los productores Albert R. Broccoli y Harry Saltzman se encontraban filmando junto con el director Terence Young la película 007 contra el Dr. No (Dr. No) que fue la primera adaptación al cine del agente británico.  Un año después, el 5 de octubre de 1962 la película es estrenada siendo un éxito de masas, pero esa es otra historia. En el clímax de la película James Bond (Sean Connery) vista la guarida del malvado Dr. No. Al atravesar el comedor se queda por unos segundos mirando sorprendido un cuadro sobre un caballete para luego continuar su camino hasta la mesa donde el villano pretende invitarle a cenar. No se nombra el nombre del cuadro ni vuelve a parecer en la película, pero es evidente que es El Duque de Welligton de Goya. 

Este detalle  fue una ocurrencia de un miembro de la producción poco antes de rodar la escena. La intención era dar a entender que el Dr. No  también robaba arte, seguramente como parte de los actos de la organización criminal internacional SPECTRA a la que pertenecía y que será la némesis de Bond en futuras entregas de la saga. Esta idea se les ocurrió a las tres de la tarde del día previo al rodaje por lo que tuvieron que buscar  unas postales en blanco y negro y pintarlas durante la noche para parecerse al cuadro original.

También en la misma escena encontramos otras obras de arte no identificadas (pinturas, esculturas…), las cuales parecen ser estampas japonesas de gran tamaño (ukiyoe) o esculturas religiosas portuguesas, evidenciando así los origines asiáticos y europeos del Dr. No y quién sabe si obtenidos de forma ilícita gracias a SPECTRA.

Volviendo a la realidad, finalmente en julio de 1965 el cuadro fue recuperado, sin marco,  aunque su ladrón no era ni un perverso doctor ni un caballero ladrón de talla mundial, sino Kempton Bunton un taxista de Newcastle sin empleo.  Bunton comenzó a enviar cartas durante 1961 y 1965 a Scotland Yard pidiendo que se abolieran varios impuestos como el Impuesto a la Televisión de la BBC. Bunton consideraba que la televisión  daba apoyo moral a la soledad de muchos veteranos de guerra y que aquel impuesto impedía este fin terapéutico. El robo del cuadro de Goya era su forma de llamar la atención para su causa. En cuanto a como robó el cuadro Bunton afirmó que fue preguntando a las encargadas de limpieza del museo, en el horario de apertura, hasta saber que por la noche se apagaban los sistemas de seguridad por unos minutos para facilitar así la limpieza de las galerías.  Bunton aprovechó  unos andamios de una obra en la calle y una ventana abierta en los baños del museo para entrar  de noche y llevarse el cuadro sin ser visto.

En 1965 decidió devolverlo al museo, cansado de la presión mediática y al ver que sus exigencias no se cumplían. Sin embargo, no entregó el marco. De hecho  fue acusado en el juicio del robo de este último y no del cuadro en sí, pues en sus cartas siempre dijo que su intención era su devolución. Pasó solo tres años en la cárcel y las medidas de seguridad del museo se incrementaron para evitar nuevos robos. Años después se confirmó que Bunton fue ayudado por su hijo, mucho más joven y atlético. Pese a estar resulto el caso aún queda la duda de que pasó exactamente por la cabeza de este taxista para cometer tal rocambolesco plan, ¿Realmente era cierto que lo quería devolver tras ver cumplidas sus exigencias? ¿O había alguien más detrás?

 

Huevo de Fabergé Propiedad de una Dama

Varias piezas de joyería realizadas  entre 1885 y 1917.

Si bien no fue un ejemplar real, un huevo Fabergé es parte de la trama de una de las películas de la saga de 007. Los Huevos de Fabergé son un conjunto de 69 piezas de joyería, de las que hoy en día se conservan 61.  Fueron realizadas por el joyero Peter Karl Gustávovich Fabergé basándose en objetos similares en estilos barroco, rococó y modernista conservados por toda Europa. Se hicieron muy populares tras el encargo del primero de ellos en 1885 a Fabergé por parte del Zar Alejando III quien se lo regaló por Pascua a su mujer la emperatriz María Fiodorvna. Después de este el afamado joyero realizó más por encargo de los zares y nobles rusos. Estas opulentas  joyas, que siguen la tradición ortodoxa de regalar estos huevos durante la celebración de  La Pascua, se caracterizan por el uso de oro, plata y  piedras preciosas, así como la capacidad de abrirse y mostrar algún objeto o sorpresa en su interior. Destacan, por ejemplo,  el Huevo del Transiberiano (en la imagen y fechado en 1900), el Huevo del tricentenario de los Románov (1913), el Huevo de la coronación imperial (1897) y  el Huevo del querubín con carro, este último desaparecido.

El Huevo del Querubín con carro merece ser mencionado brevemente por el hecho de ser una pieza desaparecida. Se desconoce su diseño exacto, pero existe una  fotografía  en la que es  visible su reflejo borroso en un espejo detrás de otro ejemplar conservado y llamado   Huevo del Cáucaso (1893).  En los Archivos Históricos del Estado Ruso en Moscú  se conserva un documento con  una descripción  de esta pieza perdida. Lo describe como un ángel tirando de un carro con un huevo sobre este. En su interior habría un reloj. A este ejemplar, junto con los otros siete desaparecidos, se les perdió la pista tras su venta por parte de Stalin para financiar la II Guerra Mundial así como otros menesteres.

En la película de 1983 Octopussy,  James Bond (Roger Moore) es enviado al inicio de la trama a una subasta en Sotheby’s para evitar que un Huevo de Fabergé conocido como Propiedad de una Dama (The Property of a Lady) caiga en malas manos así como averiguar como ha sido posible su aparición en el mercado. Según la película avanza descubrimos que esta joya apareció en el mercado para financiar los perversos planes del Príncipe Afgano Kamal Khan, principal villano de la cinta, y del General Orlov del Ejército Soviético. Este último roba joyas imperiales rusas del National Art Repository en Moscú, sustituyéndolas por réplicas sin valor y vendiendo las reales para financiar su plan conjunto  con Khan.  En la misma escena en la que la farsa es descubierta aparecen otras joyas y objetos suntuarios, que no son identificables.

El Propiedad de una Dama no coincide con el nombre de ningún Huevo de Fabergé real, pues fue un invento del guión, basándose en  el relato de  Ian Fleming del mismo nombre y que narra una historia muy similar. Sin embargo, sí parece estar inspirado en el desparecido Huevo del Querubín con carro o en el Huevo de la coronación imperial pues al abrirlo 007 encuentra la sorpresa de su interior,  un carruaje imperial dorado. El hecho de que un general soviético se dedique a la venta ilegal de un Huevo de Fabergé nos narra de manera ficcionada  la desaparición de muchas de estas curiosas joyas por parte de las propias autoridades soviéticas en su intento por borrar cualquier rastro del pasado zarista.

         El ficticio Huevo de Fabergé Propiedad de una Dama abierto

 

 

La Mujer del abanico

Óleo sobre lienzo, 1919,  100 x 65 cm, Amadeo Modigliani, Museo de Arte Moderno de París, París Francia.

La Mujer del abanico es un cuadro expresionista pintado por el pintor Amadeo Modigliani (1884-1920), siendo de hecho su última obra. Se trata de un retrato de su novia y musa Lunia Czechowska, vistiendo  de amarillo y portando un abanico. La composición del cuadro es en forma de S para acentuar su elegante pose y distorsionar la imagen, algo común en otras obras del artista italiano. 

El 19 de mayo del año 2010 La Mujer del Abanico (junto a otros cuadros de Picasso, Matisse, Braque y Leger) fue robado del Museo de Arte Moderno de París. Según los informes de la policía se ve en las cámaras de seguridad cómo alguien entró por una ventana al museo y robó junto con un grupo de ladrones esta obra. A día de hoy La Mujer del  Abanico y el resto de piezas robadas aquel día no han sido recuperadas. Entre las teorías que se barajan se piensa que puedan haber caído en manos de coleccionistas privados sin escrúpulos.

En el año 2012 se estrena la película Skyfall, coincidiendo con el 50 aniversario de la saga de 007 James Bond. En la escena en la que 007 (Daniel Craig) conoce a la famele fatale y chica Bond  Séverine, esta es presentada como una vendedora de obras de arte de grandes artistas, con el objetivo real de matar a los compradores. Esta subtrama no es continuada en el resto de la película. Sin embargo, lo interesante aquí es que la obra mostrada en esta escena es La Mujer del Abanico de Amadeo Modigliani. Teniendo en cuenta que en entregas posteriores de la saga se descubre que Séverine estuvo implicada en la organización criminal SPECTRA, no es descabellado pensar que una vez más esta perversa organización estuviera, al menos en la ficción, detrás del robo de esta  obra.  Por lo que una vez más la saga de 007 James Bond sirve como una posible explicación de quién roba obras de arte y para qué fines en el mercado negro.

 

La Paloma con guisantes verdes

Óleo sobre lienzo, 1912, 65 x 54 cm, Pablo Ruiz Picasso, Museo de Arte Moderno de París, París Francia.

La Paloma con guisantes verdes  es una obra del pintor español y creador del cubismo Pablo Ruiz Picasso. La obra representa de manera abstracta a una paloma con unos guisantes sobre un fondo ocre siguiendo la técnica del collage. En una esquina encontramos la palabra CAFÉ seguramente debido a la importancia de este tipo de establecimientos durante las primeras décadas del siglo XX para el ambiente bohemio en el que Picasso se movía.

Esta obra fue parte del mismo lote robado del Museo de Arte Moderno de París en el que se encontraba La Mujer del Abanico de Modigliani. Al igual que esta última desde 2010 está en paradero desconocido.

En la película de 2015 SPECTRE, 007 James Bond (Daniel Craig) visita en el clímax  la guarida de su archienemigo Ernest Starvo Blofeld y líder de la organización criminal SPECTRA. Este encierra a Bond y a Madeline (Lea Seydoux) en diferentes habitaciones a modo de suite. En la habitación de la chica Bond encontramos una vez más La Mujer del Abanico de Amadeo Modigliani, en un lateral de la estancia. Mientras que en la habitación de James Bond encontramos La Paloma con guisantes verdes de Picasso, también en un lateral. La escena parece ser una referencia a la ya descrita de Dr. No, pues 007 tiene una reacción muy parecida.

Queda por tanto confirmado una vez más el interés por referenciar grandes robos de arte por parte de los productores de la saga. De hecho en esta ocasión se confirma implícitamente  que La Mujer del  Abanico fue robada o comprada en el mercado negro por algún miembro de SPECTRA antes o durante los acontecimientos entre el inicio de Skyfall SPECTRE. Lo mismo ocurre con  La Paloma con guisantes verdes. Si no es así, ¿cómo es que en la sede principal de tal infame organización se encuentran tales obras de arte?

James Bond en la guarida de Blofeld, líder de SPECTRA, con La Paloma con guisantes verdes sobre la cama.

 

Reflexión final

Si bien es cierto que estos detalles en ciertas películas de la saga del espía británico no son partes esenciales de sus tramas, responden a noticias y preocupaciones de la sociedad de su momento. El robo El Duque de Wellington fue una noticia mediática que mantuvo a la sociedad británica, de principios de los años 60, en vilo hasta su feliz desenlace en 1965. El caso del Propiedad de una Dama tal vez trate de referenciar la fascinación por  saber qué ocurrió con muchas de las joyas de la dinastía de los Romanov tras la Revolución de 1917. Esta reflexión  cobra sentido en los años 80, cuando  Octopussy es estrenada, pues  coincide con el inicio del fin de la URSS y tal vez una esperanza por parte del mundo del arte por redescubrir las joyas perdidas.  Esta idea de fin del misterio y aperturismo se insinúa en la película en una  escena que representa una acalorada reunión entre generales soviéticos en contra y a favor de invadir Europa Occidental. Finalmente los casos de Mujer del abanico y La Paloma con guisantes verdes parecen ser una referencia por parte de la producción de las películas a la escena de Dr. No en la que se planteó que SPECTRA siempre estaba detrás de los grandes robos de arte. Dado que la obra de Goya fue descubierta finalmente, se optó por utilizar otras dos obras de autores capitales robadas en época reciente y que esperemos que puedan regresar a sus lícitos propietarios algún día.

 

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